Leonardo Padura, Pasado Perfecto


En "Pasado perfecto", Conde investiga la desaparición de Rafael Morín, un ex compañero de estudios, convertido ahora en director de la Empresa de Importaciones y Exportaciones del Ministerio de Industria. Con fama de brillante y autodisciplinado, Morín es el ejemplo de funcionario perfecto del Régimen, pero cuando Conde comienza a investigar la desaparición, pronto descubrirá ciertas sombras inquietantes en su aparente pasado perfecto... Una buena novela negra.

Historia de O (Primera y Segunda Parte) - Pauline Reage



Cincuenta años atrás, una extraordinaria novela pornográfica apareció en Paris, explica The Guardian hoy. Publicada simultáneamente en francés y en inglés, La Historia de O (Story of O) pinta escenas de esclavitud sexual y violencia explícita aunque en elegante prosa, con la pureza de la escritura pero tratando sobre un deseo endemoniado, cadenas, máscaras y látigos.

Pauline Reage, el autor, era un seudónimo, y mucha gente pensó que el libro solo podía haber sido escrito por un hombre. La identidad del escritor nunca fue revelada sino hace diez años cuando, en una entrevista con un periodista inglés, una impecablemente vestida intelectual de 86 años llamada Dominique Aury reconocía que las fantasías de castillos, máscaras, látigos y cadenas eran de ella.

Luis Sepúlveda, Diario de un killer sentimental


En “Diario de un killer sentimental” seguiremos los pasos de un peculiar asesino a sueldo. Se trata de un personaje patético, sin escrúpulos que seguirá los pasos de su último encargo por media Europa. Se había saltado una de las reglas principales de un killer profesional, enamorarse. Los últimos tres años había mantenido una relación sentimental mientras recorría medio planeta cumpliendo sus encargos. Ahora, abandonado por su pareja, va a incumplir otra regla fundamental de su oficio, nunca interesarse por la víctima que tiene que eliminarEl protagonista intentará convencerse de que se encuentra ante un trabajo más, “ese tipo es un encargo como cualquier otro, nada más. Un encargo que, apenas deje de respirar, representa para mí un cheque con seis ceros a la derecha, libre de impuestos, así que déjate de pendejadas”, pero todo se complicará de forma impredecible. Las consecuencias puede ser desastrosas porque en su profesión, si falla, no hay despidos, sino certificados de defunción.

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